Padre Celestial, como dice Tu Palabra en Jeremías 29:11, Tú tienes planes para prosperarnos. Llena nuestros corazones con Tu divina esperanza, cúbrenos con Tus bendiciones, y permite que Tus milagros fluyan abundantemente en nuestras vidas, así como dividiste el Mar Rojo. En el nombre de Jesús, Amén.